Exterminio
Como decimos algunos: “No salimos de una y ya entramos en otra”, y es que estando en lo que parece ser el tramo final de la pandemia de coronavirus en el mundo, ahora los gobiernos hegemónicos parecen encaminarse a un conflicto bélico de gran escala con consecuencias para todas las naciones.
La posible adhesión de Ucrania a la OTAN motivó que el mandatario ruso Vladimir Putin emprendiera la invasión a territorio ucraniano para evitar que tanto la Unión Europea como los Estados Unidos consigan ejercer fuerza alguna contra la nación de Rusia.
Las noticias en los medios y redes han expuesto las imágenes y las narrativas de lo que parece ser el inicio de una guerra mundial: tal vez estamos experimentando ahora la tensión y preocupación que se concebía en la época de la Guerra Fría cuando no se tenía certeza de lo que podría suceder y cómo iba a afectar al planeta.
El mundo puede estar por padecer el peor de los malestares en la historia y que no se controlan con una vacuna, un tratamiento o medicamento; estos conflictos siempre tienen un costo social muy alto e irreversible que siempre recae en las decisiones políticas de grupos autoritarios que ponen primero sus intereses antes que el bienestar de la sociedad.
En los años que llevamos de pandemia mucho se especula sobre si el virus fue creado por los humanos en algún laboratorio: hasta ahora no se puede estar seguro de eso, pero si existe algo que la humanidad creó y sigue perfeccionando con el tiempo es el fenómeno de la guerra que desplaza y extermina a millones de personas, culturas y civilizaciones.
